Guía

       Compartiré      un articulo que leí  y me gusto mucho,  por su puesto  es  digno de compartir... no tiene  autor marcado, espero que lo  disfruten  amigos 

       El amor exige un compromiso que debe ir más allá de un sentimiento que se pueda desgastar o devaluar, y es preciso reconocer que uno no llega a la infidelidad, si uno está dispuesto a recorrer minuciosamente un camino que es conocido por muchos: el diálogo, reinventar la relación si está cayendo en la monotonía, el crecer de continuo, tanto de manera individual, así como pareja.

       Me sorprende ver cómo muchos infieles ni siquiera tienen motivo alguno o razón para serlo: de repente en la oficina o en la calle, alguien les lanza una mirada, un piropo, les sonríe, es amable y ya está: Al parecer no se necesita más motivo, y hay quien está dispuesto a perder familia, empleo y amigos. Algunos con las consecuencias se arrepienten, sí, pero cuando el daño está hecho.

       Mucho se ha hablado de la infidelidad, pero más allá de los motivos o de cómo superarla, quiero contarte en esta sencilla guía cómo lograr ser fiel. Porque sí es posible, recuerda que para amar se necesita una voluntad férrea y de acero, porque la tentación está a la orden del día, pero no debe ser mayor que los valores, la cordura y el amor por tu familia. Se trata de volverse un poco racional y no dejarse llevar por el momento. Las pautas:
Evita las tentaciones. Si de repente sientes atracción por una persona diferente a tu pareja, evítala, no propicies encuentros intencionales con esta persona, recuerda siempre que tienes un compromiso y una familia que te espera en casa.
        Piensa en las consecuencias. Este es un consejo sabio y práctico que todos conocemos, pero que difícilmente es puesto en práctica. Sin embargo te será increíblemente útil si estás pensando en dar un paso equivocado en tu relación. Solo detente y reflexiona ¿qué pasará cuando seas sorprendido siendo infiel? No pienses que no va a suceder: no hay nadie que nunca sea sorprendido, así que no subestimes la nobleza de tu pareja: hay muchos que por más que lo intenten no pueden perdonar una infidelidad. Así que pregúntate si estás dispuesto a perder la confianza y el amor de tu cónyuge; piensa en el dolor que causarías a tus hijos y la imagen que ellos tendrán de ti. ¿Estás dispuesto a arriesgar lo que has construido al lado de tu pareja con amor, esfuerzo y dedicación?
       Ten criterio. Es muy común que —principalmente entre hombres— se “reten”, y hay muchos quienes, antes de que su hombría quede en entredicho, prefieren ceder ante las presiones sociales. Ten criterio y aprende a decir no; no tengas miedo a ser desaprobado por tus amigos: piensa que, en el fondo, un verdadero amigo no te propondría algo que pudiera dañarte a ti o a tu familia, así que analiza también esto: ¿estás rodeado de personas que se identifican con tus valores y los de tu familia?
Sé empático. Ponte en el lugar de tu pareja y hazte esta simple pregunta: ¿Cómo te sentirías si descubres que estás siendo engañado?
Descubre si está fallando algo en tu relación. Pregúntate: ¿Qué te atrae realmente de esta persona? Es probable que esa atracción esté develando algo que está fallando en tu matrimonio o con tu pareja.
Vence la curiosidad. Para quienes cuya motivación es el deseo de experimentar nuevas sensaciones, recuerden: nada es tan efímero como una aventura. Si de verdad necesitas nuevas sensaciones y novedad en tu vida afectiva, háblalo con tu pareja. Juntos pueden satisfacer sus necesidades.
Evita el desgaste. Ser infiel implica un gran desgaste emocional y esa experiencia siempre se lleva todo vestigio de tranquilidad en tu vida.
La infidelidad abre brechas imposibles de cerrar: a pesar del perdón y las nuevas oportunidades, nada será lo mismo. Una vez que se ha minado la confianza, una vez que se ha faltado con razón o sin ella al compromiso adquirido en una relación, eso es casi imposible de recuperar. Así que piénsalo dos veces la próxima vez que sientas que las cosas no van bien y se te ocurra que la salida a esa situación es conseguirte una aventura.

Tantas palabras...

       Muchas  veces   tu  juego de palabras me confunde, a veces    terminan los días  y  en  realidad  no se  que es lo que   quieres de  mi, que  buscas, que esperas... hoy    al  final  fue  diferente  y  al entender  mi confusión  tuviste  a bien dejar las  palabras y solo practicar   el  amor,  lo agradezco... y espero que  tanta palabra del día  de  hoy  cambie  simplemente   en   amor...  confianza, esperanza   y  fe...por que  no me quiero cansar de querer a alguien que  tiene  miedo  de  amarme, aun sabiendo  las  llagas  que  en  mi también  hay....

 

Tus besos son lo mejor!!!

       Me fascinas por fuera y por dentro, me provocas ternura y deseo, me convences, me haces agua, me haces viento y aunque quiero no te encuentro ni un defecto...Solo tienes  algo parecido al egoísmo 
tu maldito terror al compromiso...Ese estúpido miedo de estar bien conmigo 

       Eres casi perfecto, pero no!!! solamente te falta sentir lo mismo que yo y que fueran ciertas las palabras que me dices en la cama, pero ya se te olvido...eres casi perfecto, pero NO....  

Eres alegre, valiente, amo tu voz, tu olor, tus besos son lo mejor y  aquí sigo contigo esperando   a que un día  todo sea  distinto, que de pronto  sea yo  tu prioridad, y le cuentes de lo  nuestro a los demás .. eres casi perfecto pero NO!!! 

                                                                        SOLAMENTE TE FALTA SENTIR LO MISMO QUE YO... 

RR

Amar y querer...

"Te amo" - dijo el principito ...
-"Yo también te quiero" - dijo la rosa.
-"No es lo mismo" - respondió él...

"Querer es tomar posesión de algo, de alguien. Es buscar en los demás eso que llena las expectativas personales de afecto, de compañía...
Querer es hacer nuestro lo que no nos pertenece, es adueñarnos o desear algo para completarnos, porque en algún punto nos reconocemos carentes.
Querer es esperar, es apegarse a las cosas y a las personas desde nuestras necesidades. Entonces, cuando no tenemos reciprocidad hay sufrimiento. Cuando el "bien" querido no nos corresponde, nos sentimos frustrados y decepcionados.
Si quiero a alguien, tengo expectativas, espero algo. Si la otra persona no me da lo que espero, sufro. El problema es que hay una mayor probabilidad de que la otra persona tenga otras motivaciones, pues todos somos muy diferentes. Cada ser humano es un universo.

Amar es desear lo mejor para el otro, aún cuando tenga motivaciones muy distintas.
Amar es permitir que seas feliz, aún cuando tu camino sea diferente al mío. Es un sentimiento desinteresado que nace en un donarse, es darse por completo desde el corazón. Por esto, el amor nunca será causa de sufrimiento.
Cuando una persona dice que ha sufrido por amor, en realidad ha sufrido por querer, no por amar. Se sufre por apegos. Si realmente se ama, no puede sufrir, pues nada ha esperado del otro.
Cuando amamos nos entregamos sin pedir nada a cambio, por el simple y puro placer de dar.

Pero es cierto también que esta entrega, este darse, desinteresado, solo se dá en el conocimiento. Solo podemos amar lo que conocemos, porque amar implica tirarse al vacío, confiar la vida y el alma. Y el alma no se indemniza.
Y conocerse es justamente saber de vos, de tus alegrías, de tu paz, pero también de tus enojos, de tus luchas, de tu error. Porque el amor trasciende el enojo, la lucha, el error y no es solo para momentos de alegría.

Amar es la confianza plena de que pase lo que pase vas a estar, no porque me debas nada, no con posesión egoísta, sino estar, en silenciosa compañía.
Amar es saber que no te cambia el tiempo, ni las tempestades, ni mis inviernos.
Amar es darte un lugar en mi corazón para que te quedes como padre, madre, hermano, hijo, amigo y saber que en el tuyo hay un lugar para mí.
Dar amor no agota el amor, por el contrario, lo aumenta. La manera de devolver tanto amor, es abrir el corazón y dejarse amar."

-"Ya entendí" - dijo la rosa
-" No lo entiendas, vívelo" - agregó el principito.